jueves, 22 de marzo de 2007

Las seis reglas de George Orwell para escribir con efectividad

Posted by Joaquín Mestre  |  at   9:20



No es necesario argumentar que la producción de literatura teológica no es especialmente popular. La gente común no lee teología. Basta con visitar las mejores librerías para descubrir que lo teológico aparece, generalmente, como un subgénero de la sección de esoterismo (menos mal que aún no lo han colocado en la de literatura fantástica y ciencia-ficción). Y no se trata fundamentalmente de que el tema no despierte el interés general. El problema está quizá en un error de comunicación.

Todos sabemos que el trabajo teológico no tiene como destino la autocomplacencia del teólogo, sino el servicio al pueblo de Dios y, especialmente, a los pobres (también a los pobres de cultura filosófica y teológica) y por ésto, ante el desolador panorama de la difusión teológica, podemos gritar: "Houston, tenemos un problema". Lo de aludir a Houston, no es sólo un guiño fácil: la cultura anglosajona nos lleva la delantera en hacer accesible la teología al gran público.

En este sentido, puede ser interesante recordar a los/las cachorros/as de teólogos/as un ensayo de George Orwell, "Politics and the English Language" que, allá por 1946, invitaba a mantener seis reglas de escritura bien sencillas:

1.-No uses nunca una metáfora, comparación u otra figura literaria que estamos acostumbrados a ver impresa.
2.-No uses nunca una palabra larga si una palabra corta puede funcionar igual.
3.-Si puedes quitar una palabra, quítala siempre.
4.-Nunca uses la voz pasiva si puedes usar la voz activa.
5.-Nunca uses una palabra extranjera, una palabra científica o un vocablo de alguna jerga si hay un término del castellano cotidiano que sea equivalente.
6.-Rompe cualquiera de estas reglas antes de escribir algo realmente "bárbaro".

Podríamos añadir que estos seis mandamientos se resumen en dos:

1.-Amarás la sencillez sobre todas las cosas.

No dejes que el deseo de manifestar tu vastísima cultura o tu capacidad para el trabalenguas teológico te separe de tu objetivo: que Cristo sea conocido y amado.

2.-Amarás a tu prójimo como a tí mismo.
¿No es cierto que te cansa perder el tiempo con larguísimos textos teológicos que acaban diciendo muy pocas cosas?. Pues, tú mismo...



Joaquín Mestre
(Dedicado a Álvaro. Él sabe porqué)

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Sobre el autor

Blog del departamento de Teología del Istic

1 comentarios :

Mi querido amigo, como siempre, tienes razón. Pero que le voy a hacer . Uno nació en una sevilla barroca y probablemente porto un gen dominante barroco. Si es que tiendo a la metáfora como el borrico al pasto (esto no era metáfora, se quedó en comparación y además, un poco animal). De todas maneras, intentaré aplicarme el cuento. Álvaro Pereira

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